«¿Soy normal?» o «¿es normal lo que me pasa?» son preguntas habituales en nuestro pensamiento y conversaciones. Normal viene de norma, una guía a la que ajustamos nuestra conducta, sabiendo a estas alturas de nuestra historia que las normas cambian a causa del medio cultural, la evolución de la sociedad, los diferentes valores y una serie de variables más. Lo normal en nuestro comportamiento está muy relacionado con aquello que los demás esperan de nosotras, la forma en que nos adaptamos a las expectativas sociales y de los que nos rodean. Pero la realidad es que somos únicos como personas, a veces con rasgos comunes a otras y otras muchas veces muy diferentes a los demás. Y hay normas que podemos seguir sin problema alguno y normas a las que no podemos adaptarnos sin generar conflicto, pudiendo apartarlas de nuestra vida o, si nos presionamos a seguirlas, generando malestar interior. En lugar de hacernos las preguntas del principio, podríamos describir, sencillamente, nuestra inquietud.

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